lunes, 19 de septiembre de 2011

Primeros pasos en París (2)

Como ya os conté en la anterior entrada, la asociación "Erasmus À Paris" había preparado para el miércoles por la noche una quedada en Madame Tomate. Aquel día tuve la ocasión de conocer al irlandés Adam, a las escocesas Laura y Erin, al italiano Marcelo, a una paisana, Alba, y a tres italianas tocayas ("Francesca" era el nombre de las tres) con los que pasé una gran noche. Conocí a mucha más gente, ya os podéis imaginar, pero no consigo recordar el nombre de todos. 


Madame Tomate

Para ser la primera fiesta de París no estuvo nada mal. Bebimos un poco (jamás volveré a beber en un bar de París salvo que antes me aseguren que no me arruinaré haciéndolo), entre otras cosas rodaron mojitos, asquerosos en comparación con los de España; orgasmos, de los cuáles no me preguntéis qué llevan porque no tengo ni idea, solo sé que Silvia tomó uno de esos; desesperados, que es cerveza con tequila; y otro tipo de cervezas. La noche rodó sola, fue realmente fantástica.

Con Silvia la verdad es que lo paso muy bien, si mi amiga Verónica (de Córdoba) es bien conocida por reírse continuamente, Silvia no se queda atrás, aunque por supuesto no alcanza su nivel.
Lo pasé genial con Maca, Katie, Silvia, Adam y las irlandesas. Tanto que perdí el último metro y tuve que dormir en casa de Adam y las irlandesas, que comparten un piso en el centro de París, junto con Maca. 
El apartamento era envidiable, ¡ojalá tenga yo la suerte de encontrar algo así por 600€ euros! Pues lo dicho, nos acomodaron el sofá-cama y allí dormimos Maca y yo muy cómodamente. A decir verdad, fueron muy hospitalarios.

Adam, Laura, Erin et Maca au lendemain de la fête

Pero, ¿qué hay de Silvia? Ella vive también bastante lejos como para que cogiera un taxi o se fuera andando. Al final de la noche, yo ya estaba demasiado cansada como para saber ni siquiera qué hora era. Incluso me quedé durmiendo en un comodísimo sofá del último pub (gay) donde estuvimos, no me preguntéis cómo acabamos allí porque yo solo me dejaba guiar por las irlandesas, que ya llevan el suficiente tiempo en París como para saber adónde ir.
El caso es que en uno de esos cambios de bar, Silvia se quedó esperando a un chico irlandés que conocimos esa noche, nosotros continuamos en dirección al bar de al lado (el susodicho pub gay), y cuando fuimos a buscarla, Silvia había desaparecido. 


En train de dormir... =)


Al día siguiente ya supimos que ella nos había estado buscando sin éxito también, así que se unió a un grupo de chicas que estaban en el bar para no quedarse sola, pues para aquel momento ya estaba bastante borracha como para hacerlo sin vergüenza. 

Me quedé mucho más tranquila al saber esto, pues tenía un gran remordimiento de conciencia al pensar que podía haberle pasado algo... Pero mi querida italiana sabe cuidarse ella sola, aunque reconoció que pasó un poco de miedo al principio. ¿Y quién no?

Silvia, Katie, Alba et moi au Madame Tomate

El jueves comí con Maca en el Mcdonalds que se encuentra al lado del Centre Pompidou, y con el estómago ya lleno, nos fuimos a nuestros respectivos alojamientos. Cuando llegué ya se habían ido la canadiense y la neozelandesa, pero me encontré con una simpatiquísima argentina en la habitación y con una loca mexicana (¡viva el castellano!), además de una norteamericana de Ohio que está montada en el dólar (debe de estarlo si paga 40 000 dólares al año por su universidad...).

Aunque estaba cansada, no he venido a París para dormir, así que me puse a buscar más y más pisos, puesto que ya había perdido media mañana durmiendo. También estuve escogiendo algunas de las asignaturas de la universidad, e informándome más sobre cómo vivir barato en París. Así, pasó la tarde rápidamente hasta que llegó la hora de marcharse a Champs de Mars, donde todos los erasmus habíamos quedado de nuevo para hacer lo que ellos llaman un pique-nique. Compramos un gran perrito caliente y una cerveza (demasiado cara, pero ya he aprendido la lección) y nos sentamos frente a la Tour Eiffel para degustar nuestra cena. Debo decir que un perrito caliente con queso fundido por encima está mucho más bueno en el césped iluminado por las maravillosas luces de la Torre Eiffel.



Au Champs de Mars

Más tarde, el resto de los erasmus partieron hacia una discoteca que yo creía (aún no sé por qué) que sería en un barco. Sin embargo, Silvia y yo nos fuimos para casita, ella no quería terminar como el día anterior, y yo quería coger el metro a tiempo para dormir en el albergue, que para eso lo pago.

El día de hoy ha sido algo más aburrido, ha pasado muy rápido y me he puesto en serio con el piso. Al fin he encontrado un supermercado muy barato llamado Leader Price, y allí he comprado dos o tres cosas que me hacían falta. He comido en la calle un poco de pasta con jamón que me he comprado hecha a buen precio, he paseado bajo el sol por Montmartre un poco más para investigarlo a fondo, y he vuelto al albergue donde me he tenido que pelear con internet para hablar un poco con mi madre. Internet ha ganado... ¬¬ ... pero esta noche será la revancha =D.

Y hoy había una visita por Notre-Dâme, y otros sitios más... pero para beber algo con los amigos siempre tendré tiempo. Hoy tocaba organizar un poco todo, al menos mentalmente: los pisos que he escogido, las asignaturas de la universidad... Además debía actualizar el blog. Así que aquí estoy, terminando de escribir mis todavía aburridas historias mientras que mi estómago ruge, impaciente porque baje a cocinar algo en la diminuta cuisine del albergue.

Mañana ya debo dejar el albergue para irme al piso con Jose Manuel. Espero tener de la chance y encontrar un sitio donde estar muy muy muy a gusto el resto del mes.

Os dejo con un vídeo de una orquesta parisina con la que me deleité durante media hora el jueves en el metro. Se llaman "Classique Metropolitain", y tocaban como los ángeles... Por suerte, en ese momento sí llevaba la cámara encima.




Mil besos, y ¡hasta la próxima!



NOTA: Escrito el viernes 16 de septiembre.


7 comentarios:

  1. Siento decirte Alicia que después de leer tu relato el único sentimiento que aflora en mi es una irresistible, inmunda y cochina envidia :P

    Pásalo genial. Espero seguir leyendo aventuras, así me consuelo un poco de no poder irme de Erasmus.

    Un abrazote y saludos de papi Quique.

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  2. ¡Gracias por leerme!

    Lo haré. Mientras lees esto cierra los ojos e imagina que eres tú =).

    O sino, siempre te queda hacer alguna visitilla por aquí, que estaré hasta junio y, París es París.

    ¡Un abrazo!

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  3. Lo primero que tengo que decirte es que me he reído mucho con tu comentario de "yo quería coger el metro a tiempo para dormir en el albergue, que para eso lo pago". Me ha recordado a Islantilla cuando yo decía que lo que habíamos pagado era el apartamento y había que amortizarlo-amortiguarlo xD

    Me alegro de que estés conociendo a gente y que te lo estés pasando bien. Parece que estas teniendo algún que otro problemilla con la comida, por lo que leo. Echarás de menos el sagrado Mercadona, ¿no? :D

    Bueno cuídate y ¡sal mucho de fiesta, que cuando lleguemos los frikis ya sabes lo que toca!

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  4. Así que no me gana la italiana riéndome no? jajajajaajajaj es que no me gana nadie! si hubieras oido mis carcajadas al leer tu comentario sobre mi... y ni te cuento lo que me he reído cuando he visto lo de la cerveza "desesperados" ajajajaajaaj es que me parto! Yo no sé en París cariño pero normalmente esa cerveza se llama "desperados" y no desesperados jajaajajaja ainns tienes que venirte a Gante ya a que te de clases de cerveza xD
    un besito amore (L)

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  5. Mercadoooona, Mercadooona (8)

    Fran, para eso lo pago, hay que amortiguarlo, tú lo has dicho.

    =) Estoy deseando de que vengáis...

    ¡Vero! Es que me imagino riendo, ¡la madre que te parió! jajajajajaja Sí, es "desperados", pero es que los "guiris" parece que dicen desesperados, y yo prefiero esa ^^

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