miércoles, 28 de septiembre de 2011

Cosas que París no tiene

Necesito uno de tus besos... pero solo para empezar, porque necesito muchos.
Necesito tu mirada... también tus caricias.
Necesito tu sonrisa, para deleitarme contemplándola... tus manos, para atraparlas con las mías... y tu piel, para olerla.
Necesito tu gran espalda... para intentar rodearte con mis brazos sin éxito.
Tu barriga para poder apoyarme en ella... para darle besos... para abrazarla.
 
Necesito tus piernas, para poder enroscar las mías en ellas.
Necesito tu pelo... para enredar mis manos en él... para cogerte de él con fuerza y besarte con pasión.
Necesito todos y cada uno de tus lunares... para desear contarlos y no poder terminar de hacerlo.

Necesito de ti.


Tour Eiffel la nuit
 
Ayer por la noche, me asomé a la ventana para tomar un poco el aire, hacía un tiempo de muerte, el calor me obligó a ponerme el pijama corto. Debajo de mi ventana hay un parque que pertenece a mi edificio, y está salpicado de dos o tres árboles en cada esquina que hacen sombra las pocas veces que hay mucho sol. Pensé que se debía de estar muy bien allá abajo, en el césped, tumbada en una manta, y a tu lado... 
Pero me faltabas tú... 



No hay comentarios:

Publicar un comentario