viernes, 20 de abril de 2012

El significado de esta temporada



Más tarde empecé a pensar en las relaciones. Hay relaciones que te abren puertas a cosas nuevas y exóticas; otras viejas, y familiares; relaciones que te hacen preguntarte muchas cosas; relaciones que te llevan a cosas inesperadas; unas te llevan lejos del punto del que saliste, y otras, te devuelven a él. Pero la relación más emocionante, difícil y significativa de todas, es la que tienes contigo misma; y si encuentras a alguien que te quiera por ti misma, bueno... eso es fabuloso.

Pero esta última, es la más complicada de todas. Creemos que nos conocemos, que sabemos lo que queremos, de dónde venimos y adónde vamos, ¿pero es así realmente? ¿Sabemos, de verdad, quiénes somos? ¿o es el mundo el que nos lo muestra? ¿Y no es esto lo que, en ocasiones, llega a complicar el resto de relaciones? Es cuando nos encontramos a nosotros mismos, cuando nos vemos realmente, sin disfraces y desnudos, el momento en que todo se simplifica de tal manera, que no llegamos a comprender porqué era antes tan complicado.


Si este año me ha servido para algo, ha sido para conocerme a mí misma, y para disfrutarme tal y como soy. Jamás me arrepentiré de haber venido a París, es una ciudad preciosa, llena de rincones que, por mucho que lo intentes, jamás terminarás de conocer, como sucede con nosotros mismos. Y al final, sí, este año será inolvidable, como lo había soñado, aunque no sea de la misma manera. Pero, ¿no es eso la vida? ¿lo que la hace tan especial? ¿esa magia que, a pesar de todo, la hace maravillosa?

Sin embargo, no es un lugar lo que hace que una vida sea especial, sino ella misma. Y, escribiendo estas palabras, me doy cuenta de que esa es la razón por la que quiero volver, ya que, aunque suene paradójico, mi vida, en Córdoba, es más apasionante que la que he creado aquí, en París.



Por supuesto que seguiré necesitando hacer escapadas al extranjero, y saciar así mi espíritu de exploradora, cubriendo poco a poco esa necesidad de conocerme todos y cada uno de los recovecos de la tierra. Pero, mi corazón, siempre estará en mi tierra, Córdoba, donde se encuentran casi todos aquellos que completan mi vida, y la hacen, día a día, un poquito más maravillosa. Si bien, siempre quedarán pedazos de él repartidos por diferentes partes del mundo, cuya lista iré aumentando hasta el infinito. Por el momento, siempre habrá un poquito de mí en Almería, otro poquito en Puigcerdà y Roses, otro pedacito en Granada, en Málaga, en Sevilla, en Jaén, en Alicante, en Madrid, incluso en Arcos, también se me perdió hace casi un año una pequeña parte de mí por el norte de España, e incluso aún quedan algunos trocitos en Dublín, Cahors, y Grosseto...; y de reciente incorporación a la lista está París, aunque al mismo tiempo es una de las más antiguas, e importantes. Quién sabe lo que me deparará el futuro. Y, descubrirlo, es algo que estoy ansiosa por hacer; pero, lo que más me apasiona, lo más importante, es saborearlo, pues no porque algo no sea nuevo, debe dejar de ser emocionante.

1 comentario:

  1. Voy a empezar a leerte, lo malo es que vi que no tienes muchas entradas, pero de todas formas lo haré.

    ResponderEliminar